Apego seguro: Las 4 condiciones para estar presentes durante la crianza

El apego seguro y las cuatro condiciones para estar presentes tienen su origen a mediados del siglo pasado con John Bowlby, psiquiatra y psicólogo a quien se le considera el padre de esta teoría.

 

“Las raíces de la resiliencia deben buscarse en la sensación de ser comprendidos y de existir en la mente y en el corazón de otra persona amada, sintonizada y dueña de sí misma.” Diana Fosha

 

Esta teoría surge porque él comenzó a interesarse en las vinculaciones emocionales que tenían los niños que crecían en los orfanatos.

Como dato curioso y vital, durante sus visitas a aquellos orfanatos, nota como las niñas y los niños tenían un número considerable de estereotipas (movimientos rítmicos-repetitivos).

Durante sus observaciones, concluye que este tipo de movimientos, se

generaban por la falta de atención, cuidado por parte del personal del orfanato.  Esta carencia de atención y cuidado estaban asociadas a acciones tan simples sin embargo tan importantes, relacionadas al tacto, el  movimiento (acunarlos, tocarles,  y consolarles), falta de cariño y vinculación.

Los niños y niñas para suplir esta carencia generaban estos movimientos, para de alguna manera suplir y encontrar auto-regulación a estas necesidades básicas.

¿Qué es la teoría del apego?

El apego, es la base desde la que una niña y un niño experimentan el mundo.

Esta teoría establece que los seres humanos desde que llegamos al mundo estamos programados para establecer relaciones emocionales e intensas con varias personas a la vez.

Al nacer, esta capacidad de vinculación innata se fortalece entre la madre inicialmente y cuidador principal, para que ello ocurra es imprescindible la interacción entre bebe nacido y estas figuras.

Parafraseando a Rafael Guerrero, este tipo de vinculación afectiva que genera el bebe con sus padres, es de manera asimétrica; es decir son papá y mamá quienes se encargan de dotar y cubrir las necesidades emocionales (cariño, afecto, atención, etc.) y básicas (comida, techo, etc.) de sus hijos e hijas y no al contrario.

Todas estas acciones con la misión de brindar un entorno seguro al niño en donde él pueda experimentarse en confianza.

Existen dos tipos de apego principales, el seguro y el inseguro; el apego inseguro a su vez se divide en tres: el evitativo, el ambivalente-ansioso y el desorganizado.

En esta oportunidad describiré el relacionado al estilo de apego seguro.

Apego seguro

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Es cuando mamá, papá, cuidadores, han respondido de manera empática ante las necesidades emocionales de sus hijas e hijos sin importar si estas emociones son agradables o desagradables.

Cuando esto ocurre, se desarrolla un estilo de apego seguro. El niño con estilo de apego seguro, se siente a gusto con el mundo que le rodea y en la  interacción con los demás. Aborda el mundo con una mirada curiosa, resiliente; le es mas fácil asumir los retos diversos que se presentan en la existencia y disfrutar y optar por nuevas posibilidades.

Las 4 condiciones del apego seguro

Los niños con este tipo de apego se sienten vistos, seguros, consolados y a salvo. Son las cuatro condiciones que describe Daniel Siegel en su libro el Poder de la Presencia y que resumo a continuación

Sentirse seguro

Quiere decir que la niña y el niño se sienten protegidos a nivel físico, relacional y emocional. Ellos necesitan saber y sentir que están a salvo; que su madre, su padre son ese puerto seguro en donde ellos pueden llegar, que les garantice que pueden velar por su seguridad física, emocional y relacional.

Sentirse visto

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Poder sintonizar con sus pensamientos, sentimientos, recuerdos, con todo ese paisaje interno que se despliega.

El ser humano es a medida que es visto, reconocido y tenido en cuenta.

Para los hijos e hijas, el sentirse visto es estar presente en lo físico  como asistir a sus eventos, jugar con ellos, compartir momentos de familia, entre otras cosas, sin embargo mas allá de esa presencia física y el tiempo invertido; el sentirse visto en lo emocional y relacional, también es primordial.

Poder sintonizar con sus pensamientos, sentimientos, recuerdos, con todo ese paisaje interno que se despliega.

Poder realmente conectar con sus vivencias, sus alegrías, placeres, dis-placeres y hacerles sentir que estamos para ellos en las buenas y en las malas, cuando surgen las emociones agradables y desagradables. Estar de una manera fiable, no perfecta porque es evidente que podemos cometer errores en el camino.

Este componente brinda una seguridad profunda a los hijos, en donde les dota de herramientas para desenvolverse en la vida y comprender mejor a los demás.

Sentirse consolado

La vida trae muchos desafíos y en el navegar en este inmenso océano vienen olas suaves y otras mas fuertes que nos tambalean. En la crianza de los hijos e hijas por su puesto ellos no estará exentos de estos movimientos.

Aunque es cierto que no siempre podemos rescatarlos de las situaciones dolorosas e incómodas, es vital que estemos ahí en esos momentos mas dolorosos para ellos. Garantizar  esa presencia en los momentos difíciles y ayudarles a aprovechar esa ola cuando surge.

Han de saber y sentir en lo mas profundo de su ser que estaremos allí incluso en los momentos en que se porten mal.

Como menciona Daniel Siegel:

Tenemos que dejar que aprendan que en la vida hay dolor, pero esa lección debe ir acompañada de la profunda consciencia de que nunca tendrán que sufrir solos

Sentirse a salvo

Una vez transitadas las condiciones anteriores, llegamos a la cuarta y es el sentirse a salvo. Cuando las hijas y los hijos notan tu presencia, saben que pueden contar contigo una y otra vez; que les proporcionarás ese espacio seguro en donde ellos puedan experimentarse, expresarse y sentirse vistos cuando ello sucede; que estarás ahí en los momentos grises y luminosos para consolarles, escucharles y orientarles.

En este punto se ha contribuido a la habilidad resiliente en donde ellos puedan hacer frente a la vida desde un estado de seguridad y no en estados de estrés prolongado.

 

Ventajas del apego seguro

  • Mayor autoestima
  • Mejor regulación emocional
  • Mejores relaciones interpersonales (madre, padre, hermanos, compañeros)
  • Mejores competencias socio-emocionales
  • Mayor sentido de autonomía
  • Mayor confianza, menos hostilidad ante la vida
  • Potencia la habilidad de liderazgo
  • Construcción de protecciones emocionales ante las adversidades, mayor resiliencia

¿Porqué es tan importante que conozcas la teoría de apego?

  1. Aprendemos las primeras lecciones de autocuidado a partir de como nos cuidaron en la niñez e infancia.
  2. La capacidad de auto-regulación depende en gran dosis de como fueron de armónicas las relaciones con nuestros cuidadores principales.
  3. Los niños y las niñas tienen apego seguro cuando sus cuidadores principales (mamá, papá, maestro/a abuela/o, otro) han respondido de manera responsable y empática a las expresiones emocionales de ellos tanto las agradables y desagradables. Es lo que se llama Sintonización emocional
  4. El estilo de apego que se tenga como adulta/o, condiciona las relaciones que establezco en el día a día durante la crianza de los niños y las niñas, la relación con la pareja y con los demás,

 

 


Bibliografía

Guerrero, R. (2018). Educación emocional y apego. Ed. Planeta

Siegel, D. Payne, T. (2020). El Poder de la presencia. Ed. Alba

 

Paola Andrea Ortiz Mendoza

Paola Andrea Ortiz Mendoza

Psicóloga especialista en desarrollo humano con énfasis en procesos afectivos y creatividad. Danza movimiento terapeuta. Creadora de Danza Vital Creativa. Asesora en crianza consciente