Meritxell Via Rodríguez ¿Cómo afecta el aislamiento a nuestra necesidad de exploración?
Se sabe que algunas personas tienen más necesidad de explorar que otras. Algunas teorías de la personalidad les llaman personas “sensation seeking” (buscadores de sensaciones). Suelen ser personas extrovertidas, aunque no siempre. Lo que sí que comparten todos es un gusto especial por probar cosas nuevas (comidas, deportes, juegos, música, etc.) y explorar nuevos sitios. Los más extremos buscan actividades de alto riesgo, como paracaidismo o escalada, para suplir esta necesidad.
Sin embargo, es bien sabido que todos, en un grado u otro tenemos esta necesidad. Este rasgo no es algo que tengamos o no tengamos en términos absolutos, sino que lo tenemos todos pero cada persona en un grado distinto. De modo que a mi me puede gustar mucho probar comidas nuevas (soy una buscadora de sensaciones en la comida) y sin embargo lo de salir a explorar sitios nuevos… pues me da pereza, la verdad.
El aislamiento puede ser especialmente pesado para estas personas que tienen una gran necesidad de exploración y de recibir estímulos desconocidos. Por eso os propongo algunos ejercicios o actividades que os pueden ayudar a sentiros mejor en este aspecto.
¿Cómo podemos compensar esta necesidad de exploración en el aislamiento?
Observar como si nunca lo hubieras visto
No és fácil suplir esta necesidad de exploración en casa porque estamos acostumbrados a todo lo que nos rodea, incluso hasta tal punto que nuestro cerebro deja de prestar atención a muchos elementos. Pasamos por alto los cuadros, los muebles, incluso las fotos de personas queridas que podemos tener colgadas por la casa. Esto ocurre porque el cerebro necesita ahorrar energia, de modo que ¿para qué va a prestar atención a algo que ya sabe cómo es y qué hace ahí, y más todavía si no supone ningún peligro para nosotros? Nos acostumbramos a los estímulos y nuestra atención los pasa por alto por no aportar información relevante para nuestra supervivencia (teoría de la atención selectiva).
Pero lo que sí que podemos hacer es prestar atención conscientemente. Paséate por tu casa observando los cuadros que tienes colgados, rebusca en las estanterías o en los armarios, intenta explorarlos como si nunca los hubieras visto y te sorprenderás descubriendo cosas nuevas en esas fotografías o pinturas modernas que cuelgan de tus paredes. Esto te puede parecer un poco absurdo y aburrido, pero para tu cerebro es una gran estimulación, observar de forma consciente aumenta el bienestar y reduce el estrés, además de incrementar la creatividad.
Otra cosa que puedes hacer para estimularte a través del entorno es hacer pequeños cambios. Cambia los cuadros de sitio, la dirección de los muebles, pasa un rato en alguna habitación en la que nunca pasas tiempo… utiliza tu imaginación para crear cambios en tu entorno que puedan estimular tus sentidos de formas nuevas.
Explorar creando
Una forma de explorar cuando no nos podemos mover de un sitio es la creación. Coger un papel en blanco y empezar a crear: formas, colores, texturas… no tenemos que buscar nada en concreto, simplemente dejarnos llevar.
También podemos explorar algunos tipos de dibujos, buscar una foto en internet e intentar copiarla, o intentar dibujar algún objeto que tengamos disponible en nuestro entorno. O probar distintos materiales que tengamos en casa. En el arte todo es válido. La intención no es hacer un cuadro o una imagen bonita, sino que se trata de investigar, probar cosas nuevas.
Explorar nuestro mundo a través de la creación puede ser muy estimulante, tanto para los pequeños de la casa como para los adultos, y hacerlo en família puede ser un gran ejercicio para descubrir cosas nuevas y aumentar el vínculo familiar.
La creación en grupo ha demostrado tener grandes beneficios, así que si tienes la suerte de estar pasando la cuarentena con, alguien, os animo a explorar juntos.
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