Trabajar la autoestima de la mujer en el siglo XXI

Trabajar la autoestima de la mujer en el siglo XXI es uno de los grandes retos, y a la vez, de los grandes logros de la psicología moderna.


¿De dónde viene la baja autoestima de las mujeres?

La construcción de la autoestima es un concepto muy complejo y tiene muchos factores, sin embargo hay ciertas circunstancias sociales que tienen un peso importante. Vamos a ver una de ellas.

Como consecuencia de una larga historia que viene promoviendo el patriarcado desde hace siglos, las sociedades occidentales modernas dejan el papel de la mujer en un segundo plano. Aunque es un tema muy complejo que es difícil explicar en unas pocas líneas, hay unos factores claves que tener en cuenta.

El papel del capitalismo en la desvalorización de la mujer

La cultura del capitalismo y el consumismo tienen un papel importante en este hecho. Estas formas de organización social determinan el valor de una persona según su productividad e ingreso de dinero. Durante muchísimos años, el trabajo bien remunerado ha sido vetado a la mujer y, como consecuencia, se ha desvalorizado su papel en la sociedad.

Algunas décadas atrás, lo normal era que el hombre trabajara para traer dinero al hogar y mantener económicamente a la familia, mientras que la función de la mujer era servir a las necesidades del hombre y de los hijos. Así, la mujer de tales generaciones fue educada para poner por delante a los demás y dejar sus propias necesidades de lado.

Con el avance de la sociedad, la mujer ha luchado para poder introducirse en el mundo laboral. Tal acto esconde la necesidad de ser revalorada según los estándares del capitalismo: producir y generar dinero. Sin embargo, las mujeres de hoy en día seguimos arrastrando los requisitos de servidumbre hacia los demás, generando una doble carga.

Queremos cambiar la sociedad pero seguimos educando desde valores antiguos

La falta de autocuidado y valoración genera emociones de rabia y frustración.
La falta de autocuidado y valoración genera emociones de rabia y frustración.

La mujer de hoy en dia sigue siendo educada (por la sociedad y por los padres) para servir a las necesidades de los demás. La introducción al mundo laboral de la mujer no ha ido acompañada por una igualdad en las condiciones, en los tipos de trabajo ni en las tareas domésticas. Lo normal es que la mujer siga teniendo un rol principal en las tareas del hogar, del cuidado de los hijos y, además, tiene la carga laboral externa.

No solo eso, sino que la mujer del siglo XXI sigue siendo educada para dejar sus emociones de lado y poner a los demás al frente, impidiéndole trabajar su autoestima. Esto causa un gran desgaste emocional y tiene repercusiones importantes en la salud mental y física de las individuas.

“Los estudios de subjetividad femenina plantean que la mujer es susceptible de sufrir trastornos psicosomáticos y estados de enfermedad como consecuencia de un modo de socialización normalizado (valores, creencias y asunciones), que impide la construcción de los deseos propios y una inhibición del yo, dando lugar a “estados de subjetividad subordinados“.” (2)

La falta de autocuidado tiene consecuencias graves en la salud mental, reduciendo las energías para afrontar el día a día.
La falta de autocuidado tiene consecuencias graves en la salud mental, reduciendo las energías para afrontar el día a día.

En este contexto se hace imprescindible educar a la mujer para el autocuidado y el autorespeto.

La falta de autocuidado es algo muy común en las mujeres, causándose una negación emocional hacia ellas mismas.

El autocuidado consiste en respetar las necesidades de una misma. Por ejemplo decir lo que pensamos (de forma asertiva) aunque pueda molestar a otra persona, decir no sin miedo a que la otra persona se ofenda, no dejar nuestros deseos de lado para “hacer feliz” a los demás, pedir ayuda y repartición de tareas (tanto a nivel laboral como doméstico)…

¿Qué podemos hacer como mujeres para cambiar las generaciones futuras?

Evidentemente un cambio estructural de la sociedad en que vivimos requiere muchos esfuerzos y no es solo responsabilidad de las mujeres cambiarlo, sino que la colaboración de los hombres como sexo dominante se hace imprescindible. Sin embargo, nuestro papel es muy importante para que las generaciones femeninas futuras tengan muchos más recursos.

Trabajar nuestra autoestima es clave para generar los cambios necesarios. Trabajando nuestra autoestima no solamente nos estamos ayudando a nosotras mismas sino que estamos rompiendo con un patrón que venimos heredando desde hace muchas generaciones. Enseñar a una hija (o hijo) a tener buena autoestima es como esnseñarle matemáticas. Si la madre no dispone de los recursos, difícilmente los transmitirá a las hijas e hijos.

Trabajar la autoestima de la mujer en el siglo XXI

Como decía, igual que aprendemos matemáticas, aprendemos a tener autoestima. Y del mismo modo que podemos aprender matemáticas o inglés cuando somos adultos, también podemos aprender a querernos. Sin duda el camino será incómodo y tendremos afrontar muchos retos, pero vale la pena.

Cada vez hay más terapeutas que trabajan con las mujeres desde un enfoque de género. Esto permite tener en cuenta la historia de la mujer como individua y también la historia cultural que probablemente ha heredado de las mujeres de la família.

Trabajando la autoestima con arte: arteterapia

El arteterapia es una herramienta muy poderona para trabajar la autoestima de la mujer.
El arteterapia es una herramienta muy poderona para trabajar la autoestima de la mujer.

La arteterapia es una herramienta muy potente para fomentar el autoconocimiento y para generar cambios en las emociones y los pensamientos de las personas.

Algunos de los objetivos que persigue esta disciplina cuando trabaja con mujeres son:

  • Fomentar el autoconocimiento.
  • Aumentar la autoestima.
  • Fomentar el autocuidado.
  • Dar espacio a emociones reprimidas.
  • Trabajar traumas que nos bloquean.
  • Mejorar el reconocimiento y “uso” de las emociones.
  • Aumentar la resiliencia.
  • Aprender formas de comunicación asertivas.
  • Mejorar la capacidad de resolver problemas en la vida cotidiana.
  • Aumentar la creatividad.

  1. Klein, J-P. La creación como proceso de transformación. Papeles de arteterapia y educación artística para la inclusión social. Vol 1 (2006): 11-18.
  2. Guiote gonzález A. Arteterapia como acompañamiento para construcción y empoderamiento de la subjetividad femenina. Investigaciones feministas, 2013. vol. 4 171-199.
  3. Maturana, H. (2003) Amor y juego. Fundamentos olvidados de lo humano: desde el patriarcado a la democracia. Lom ediciones Ltda.
  4. Mayo E. Vulnerabilidad, ruptura social y arteterapia. Arteterapia, 13, 2018: 103-117.

¿Te gustaría conseguir un acompañamiento artístico para mejorar tu autoestima y bienestar general como mujer?

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Meritxell Via Rodríguez

Meritxell Via Rodríguez

Arteterapeuta, Psicóloga e Ilustradora. Acompaño a las personas en su proceso de crecimiento personal, ayudándo a recuperar la confianza en sí mism@s y hacer conscientes sus emociones.