Arcilla como elemento de transformación en arteterapia

La arcilla es un material que contiene básicamente agua y tierra. Es altamente manipulable y transformable, lo cual genera una sensación de control y de capacidad, que tiene efectos directos sobre la autoestima de la persona. No solo nos permite modificar nuestras percepciones personales sino también nuestras emociones. Es por esto que la arcilla se usa como elemento de transformación en arteterapia.


Arcilla como elemento transformador en arteterapia

La arcilla es un elemento muy utilizado en arteterapia, por su facilidad de transformación.
La arcilla permite una gran manipulación y nos da una sensación de control y capacidad

En una publicación anterior (Arteterapia: algunas aclaraciones sobre el término) hablamos del papel del arteterapia como facilitadora de la transformación de emociones y habilidades. A través de materiales y técnicas artísticas podemos promover el cambio y simbolizar aprendizajes que, más tarde, podremos generalizar a otros ámbitos de nuestras vidas.

Hay materiales artísticos que són más modificables que otros y es importante poder jugar con esto. Siempre debemos poder encontrar una manera de transformar lo que hemos creado, aunque a veces pase por destruir para poder reconstruir.

La arcilla es un elemento idóneo para la transformación en arteterapia. Es un material que podemos modificar continuamente, y esto nos permite una gran sensación de control incluso en personas que no tienen conocimientos artísticos. Pero éste no es el único beneficio de usar barro en arteterapia. El hecho de que la manipulación se haga directamente con las manos permite una mayor conexión con el medio y suele despertar más sensaciones que otros medios. Además, al conectarnos especialmente con el sentido del tacto, facilita procesos emocionales.

El trabajo con arcilla tiene efectos directos sobre las emociones

El tacto es un sentido esencial para desarrollar la afectividad en el ser humano. Se sabe que desde que somos pequeños necesitamos tocar las cosas y explorar con este sentido para desarrollar una emocionalidad normal. La arcilla tiene un tacto parecido al de la piel humana, por sus elementos naturales. Su naturaleza térmica hace que enseguida absorba el calor de nuestras manos e iguale nuestra temperatura, lo cual despierta asociaciones inconscientes con momentos tempranos de nuestra vida.

Según Macks (1990) la arcilla despierta sentimientos de amor, respeto hacia uno mismo y felicidad. Especialmente cuando se usa en un espacio seguro y agradable.

Sin embargo, Rothschild (2000) también nos dice que puede despertar recuerdos de temor, tristeza o rábia relacionados con algún trauma. Esto no suele ocurrir en las primeras sesiones, sino cuando el vínculo está establecido y ya se ha empezado a trabajar el trauma anteriormente. Lo cual genera una oportunidad de trabajo más profundo con el trauma y, por ende, de sanación de éste.

La rabia

Podemos tocar, acariciar, romper, golpear... el poder de transformción de la arcilla nos permite trabajar con las emociones más primitivas en arteterapia.
Podemos tocar, acariciar, romper, golpear… el poder de transformación de la arcilla nos permite trabajar con las emociones más primitivas.

Hago una mención especial a la rabia, ya que suele ser una emoción que genera mucho malestar. Muchas son las personas que tienen dificultad para gestionarla, dado que hay un gran estigma social contra ella. La rabia es una emoción que genera grandes cantidades de energía y, si no se dirigen bien, es fácil que alguien resulte lastimado. Suele aparecer en consulta y, dado que es una emoción muy arraigada a la supervivencia, es difícil de mentalizar y trabajar desde el pensamiento. Es una emoción que requiere una gran corporalidad.

La arcilla, es un material que absorbe la energia por ser tan maleable y blanda. Por eso se convierte en una gran aliada a la hora de descargar y transformar esta emoción.

 

Otros beneficios de la arcilla

  • Efecto relajante. Debido a su capacidad de transmisión de energía produce un efecto liberador y relajante.
  • Trae la mente al “aquí y ahora”. El tacto es un sentido que tiene una alta capacidad de devolver la mente al cuerpo, por eso nos permite reducir la mentalización y concentrarnos en las sensaciones corporales.
  • Efecto estimulante. El contacto del material con la piel suele tener un efecto estimulante agradable.
  • Mejora la psicomotricidad y coordinación viso-manual.
  • Mejora la percepción de la tridimensionalidad. Nos ayuda a entender el volumen, lo cual también mejora nuestra capacidad de comprensión del mundo que nos rodea.
  • Promueve la exploración y el juego, con todos los beneficios que tienen.
  • Aumenta la creatividad.
  • Mejora la autoestima.

 

 

  • López-Ruiz, D y López Martínez, M. D. (2017) Cualidades terapéuticas de la arcilla en la intervención práctica con estudiantes de Máster en Investigación e Innovación. Revista de ciencias humanas y sociales 83: 471-491. ISSN 1012-1587
  • Klein, J-P., Bassols M., y Bonet, E. (2012) Arteterapia. La creación como proceso de transformación. Ediciones Octaedro.

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Meritxell Via Rodríguez

Meritxell Via Rodríguez

Arteterapeuta, Psicóloga e Ilustradora. Acompaño a las personas en su proceso de crecimiento personal, ayudándo a recuperar la confianza en sí mism@s y hacer conscientes sus emociones.