El “arte de contar una historia”: desarrolla la imaginación

El “arte de contar una historia”: desarrolla la imaginación y la creatividad, es decir, que estimula el desarrollo cognitivo y emocional durante la infancia.


Agradecimientos

Hace un tiempo nuestra compañera Karla Miranda empezó este post con el mensaje “El arte de contar una historia. Cuando los cuentos me dan superpoderes…” yo sólo he colaborado para que su trabajo se publique.


El “arte de contar una historia”: desarrolla la imaginación

“Había una vez  una tribu que contaba historias bajo la luz de las estrellas frente al calor de una fogata, lo hacían porque las historias se inventan para ser contadas a los otros, para atrapar en el hechizo de las narraciones y que la imaginación, el miedo y los sueños compartidos los conviertan en hermanos al reconocer las similitudes y diferencias entre ellos…”

Imaginación y la creatividad

Una historia nos describe otros mundos sin fronteras, donde el tiempo es distinto, y nuestra realidad es viajar en un barco pirata, volar a otro planeta o respirar bajo las profundidades del mar. A través de los cuentos los niños y adultos nos encontramos a nosotros mismos, nos emocionamos cuando el protagonista esta en peligro y es salvado gracias a su inteligencia.

Al leer un cuento se crea un vínculo poderoso entre el narrador y quien lo escucha, es una experiencia compartida, un recuerdo entre ambas partes.  ¿Tal vez  tú has contado un cuento, tal vez a ti te han contado historias maravillosas antes de dormir? o simplemente tienes en la memoria algún narración de la que puedes hablar ahora mismo…

El cuento como herramienta educativa 

Cuando hablamos de relatos intuitivos son todos aquellos que surgen sin ningún propósito en particular, de la improvisación y del juego. Los relatos conscientes son aquellos que nos sanan, que nos acompañan, nos dan herramientas de autoconocimiento, confianza y crecimiento personal.

Si el personaje principal de nuestro cuento derrota a los monstruos de la oscuridad con superpoderes, los niños descubren que ellos también pueden vencer sus temores con sus propias habilidades.

Los cuentos ayudan a los niños para aumentar sus aptitudes lingüísticas, desarrollar su autoestima y autonomía. Les enseñan a manejar la frustración aprendiendo de sus propios límites y respetar los límites de los demás. Al jugar mediante los cuentos se desarrolla la memoria, creatividad y se crea un vínculo emocional entre todos los que participan de la narración. Los niños que disfruten de las historias tienen altas probabilidades de ser lectores en el futuro, ya que adquieren el hábito de imaginar.

 

¿Cómo contar una Historia?

Leer en voz alta

Es muy importante escuchar la voz de quien cuenta la historia, que las palabras del narrador sean claras y precisas para comunicar correctamente el mensaje.

Poner atención en la trama de la historia y por consecuencia en la entonación

Entender lo que estamos diciendo, que nuestras palabras correspondan con el contexto que viven los personajes. No tener demasiada prisa en llegar al final, disfrutar de cada página.

Presentación Dramática

No es necesario ser un actor, pero si tener un sentido dramático, porque contar bien un cuento requiere una transformación, sentir lo que otros sienten, vivir otras vidas.

“…cuando percibimos las cosas normales, es como ver una luz tenue y confusa, que termina por extinguirse en la memoria. La presentación dramática constituye el método más efectivo para llamar la atención de forma intensa y vital…” (1)

 

¿Cómo elegir un cuento?

Los cuentos nos acompañan emocionalmente en el camino de la vida
  1. De acuerdo con la edad
  2. Por simple curiosidad: Libertad en elección
  3. Para jugar
  4. Con un propósito especifico: Existen muchos cuentos para explicar procesos de la vida, momentos difíciles o cuando me siento diferente del resto.

 

“Malas Palabras” es una historia que narra la cotidianidad de Flor, una niña de diez años que, como cualquier otra, va a la escuela y disfruta de inventar juegos con sus amigos. Dentro de su cotidianeidad, Flor descubre que hay elementos de su historia que no sólo no conoce, sino que cuando se los pide a sus padres, ellos tampoco pueden responder. Es allí cuando la protagonista detecta que hay algo que le están escondiendo y empieza a buscarlo cuestionando todo. Ese es el momento en que sus padres deben afrontar revelarle la verdad que decidieron callar: Flor es adoptada. (2)

Ideas para crear “espacios cuentísticos

Es importante disponer de un espacio cómodo y personal para poder contar un cuento

*Establecer un espacio de lectura que sea cómodo y personal. Algunos niños construyen “casitas” como escondites hechas con mantas, almohadas y lámparas, guardan sus juguetes favoritos y se sienten protegidos,  si agregamos libros que les agraden, será el lugar perfecto para leer.

*Excursión a una biblioteca. Descubrir bibliotecas puede ser emocionante, muchas de ellas tienen espacios destinados a los niños donde pueden encontrar nuevos amigos y sentirse orgullosos de llevar libros en préstamo a casa.

*Leer en la naturaleza bajo la sombra de los árboles o frente al mar.

                                     

Y tú ¿Cuántos Cuentos Cuentas?

 


Bibliografía

(1) L. Shedlock  Marie, El arte de contar cuentos. Ediciones Obelisco, Barcelona 2017.

(2) Szuchmacher, Perla. Las buenas y las malas palabras: obras selectas de Perla Szuchmacher / prólogo, selección y compilación de Olga Harmony.—México: Toma, Ediciones y Producciones Escénicas y Cinematográficas: INBA: CONACULTA: Paso de Gato Ediciones y Producciones Escénicas, 2012.


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Karla Shibell Yépez Defaz

Karla Shibell Yépez Defaz

Psicóloga-Psicoterapeuta-Docente. Máster en Neuropsiquiatría y Ps. infanto-juvenil. Máster en Inv. de la Ps. Clínica y la Salud. Directora de Ocio y Tiempo Libre.